miércoles, 23 de abril de 2014

La frase del día.

La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo 

bello. 


Victor Hugo. (1802 - 1885)


Libros de Aceprensa, 23-4-2014.


Peste & Cólera

AUTOR: PATRICK DEVILLE | 16.ABR.2014
Patrick Deville ha escrito “la novela de invención sin ficción”. De manera original, enlaza los una serie de apuntes biográficos sobre la figura del bacteriólogo Alexandre Yersin.

¡Melisande! ¿Qué son los sueños?

AUTOR: HILLEL HALKIN | 16.ABR.2014
Retrato generacional de tres amigos que se conocen en Nueva York a finales de la década de los 50.

Mis años con Juan XXIII. Conversación con Ezio Bolis

Acceso Libre
AUTOR: LORIS F. CAPOVILLA | 22.ABR.2014

El Papa del diálogo y la paz fue exigente en la custodia y extensión de la doctrina católica.

Tres vistas de la Catedral de Jaén, que busca sea considerada Patrimonio de la Humanidad.




Blog de aceprensa, la familia actual, 23-4-2014.

“Cierra el libro, que vamos a comer”

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20140421cierra-el-libro-que-vamos-a-comerEl escritor francés Marcel Proust recordaba siempre la “frase fatal” que a menudo le decían sus padres cuando era pequeño: “Venga, cierra el libro, que vamos a comer”. El joven Marcel era un lector apasionado, de ello da cuenta en su brevísimo “ensayo” Días de lectura (Taurus, 2012). Comienza de esta manera: “Tal vez no haya días más plenamente vividos en nuestra infancia que aquellos que creímos dejar pasar sin vivirlos, aquellos que pasamos con uno de nuestros libros preferidos”.
¿Cuántos de los niños y jóvenes de hoy dirán algo semejante mañana? La verdad es que lo que cuenta Proust –cómo se arriesgaba a ser castigado por si le descubrían con un libro o cómo pasaba noches enteras sin dormir leyendo a escondidas a la lumbre de una vela– suena a algo pasado, estrafalario o incluso utópico, como los “hombres libro” de la novela de Ray Bradbury.
No es exagerado pensar en Fahrenheit 451, como tituló Bradbury su novela, donde la sociedad se encarga de acabar con todos los libros, de destruirlos, de quemarlos.   Los pocos lectores que quedan lo tienen que ser a hurtadillas y esconder el material como si fuera un arma secreta de destrucción de un sistema que quiere controlar las mentes de todos. Al final, los libros de papel desaparecen, pero quedan, en lo más profundo del bosque, “encarnados” en personas que se los han aprendido de memoria.
En otras épocas, un libro pudo ser un arma, pero en la nuestra es un tesoro que es bueno que nuestros hijos descubran. Proust dice que, a diferencia de la conversación, la lectura “consiste para cada uno de nosotros en recibir la comunicación de otro pensamiento, pero sin dejar de estar solo, es decir, gozando siempre de la capacidad intelectual que tenemos en la soledad y que la conversación disipa inmediatamente”. Por eso, la califica de “milagro fecundo de una comunicación dentro de la soledad”, que se sitúa en “el umbral de la vida espiritual”. Lógicamente, la lectura no constituye nuestra vida espiritual (y no debe sustituirla, sería un craso error), pero puede introducirnos en ella.
La lectura, para el autor de En busca del tiempo perdido, nos saca de la “plebeyez intelectual”, tiene un papel salutífero en nuestra vida, es un estímulo –que se recibe en soledad– para la mente perezosa, actúa como una incitación de nuestra actividad personal y educa los modales de la inteligencia.
Conocidos estos beneficios, no podemos menos que preocuparnos por “dar de leer” a nuestros hijos. Huelga decir que ni todos los niños de la época de Marcel Proust eran ávidos lectores, ni todos los de la nuestra son incapaces de tomar un libro en sus manos. Lo que es verdad es que la lectura suma y que se nota, y también que resulta más común oír: “deja el móvil, que vamos a comer”, que “cierra el libro, que vamos a comer”. A regañadientes, el joven Proust cerraba su libro y se sentaba a la mesa; nosotros, sin embargo, muchas veces dejamos que nuestros hijos coman con el móvil encendido.

Noticias de Aceprensa en Píldoras, 23 de abril de 2014.



Shiva el destructor ronda las urnas

ÁLVARO ROJAS | 21.ABR.2014
El país de Gandhi está inmerso en unos comicios en que el hinduismo extremista puede acopiar grandes cuotas de poder. Los cristianos están preocupados.

García Márquez menos el mito


RAFAEL GÓMEZ PÉREZ | 22.ABR.2014
García Márquez fue un excelente contador de historias, con un lenguaje muy inventivo, y sin un sólido pensamiento de fondo.

Estados Unidos: Debate sobre la desigualdad salarial de mujeres y hombres

ACEPRENSA | 15.ABR.2014
No se puede reducir la desigualdad de ingresos a un problema de discriminación, sin tener en cuenta otros factores que influyen en los sueldos.

La cruzada progay del Banco Mundial


RAFAEL SERRANO | 16.ABR.2014
El complejo de superioridad moral con que Occidente defiende la homosexualidad en África le priva de credibilidad y es contraproducente.

Georges Lemaître, en el origen del Big Bang

EDUARDO RIAZA | 16.ABR.2014
Uno de los principales artífices de la teoría del Big Bang fue Georges Lemaître, sacerdote belga y destacado físico del siglo XX. Así lo ve su biógrafo, Dominique Lambert.

La carga fiscal sobre el trabajo ha aumentado


21.ABR.2014
El impuesto sobre las rentas del trabajo y las cotizaciones sociales han ido a más en los últimos tres años en la OCDE.

Cameron, un inesperado testigo religioso

JUAN MESEGUER | 22.ABR.2014
El hecho de que Cameron se declare orgulloso de pertenecer a un “país cristiano” ha irritado a los ateos, no a los creyentes de otras religiones.

miércoles, 16 de abril de 2014

La frase del día

No puedes obligarte a ti mismo a sentir algo 

que no sientes, pero sí puedes obligarte a hacer 

el bien, a pesar de lo que sientes.



Pearl S. Buck, premio Nobel de literatura 

estadounidense (Hillsboro, 1892 - Vermont, 

1973


Temas de Bioética, 15 de abril de 2014.

Fecundación demasiado heteróloga


Fecundación artificialEl Tribunal Constitucional italiano ha echado abajo la prohibición de la fecundación heteróloga contenida en la ley de reproducción asistida de 2004. El Tribunal considera que esto se opone al derecho de los ciudadanos a vivir la maternidad o la paternidad, independientemente de que el hijo sea concebido con los gametos de la pareja o de un donante externo. La idea del “derecho al hijo” se abre así paso en unas de las pocas legislaciones europeas que hasta el momento consideraba que el hijo tenía derecho a inscribirse en la herencia genética de sus padres, sin intervención de un tercero.
Una de las primeras parejas que podrá invocar a su favor el cambio legal es una que se sometió a una fecundación in vitro que, contra su voluntad,  ha resultado ser heteróloga, ¡incluso demasiado heteróloga!
La noticia ha ocupado los titulares pocos días después de la sentencia del Tribunal. La mujer lleva en su seno unos gemelos de cuatro meses, pero, según los análisis genéticos,  todo parece indicar que no son suyos. Los gemelos serían de otra pareja que se sometió el mismo día al proceso de fecundación in vitro en el mismo hospital de Roma, en el que se produjo un error a la hora de la trasferencia de los embriones.
La que hasta el momento era una embarazada feliz se ha encontrado de repente convertida en “madre subrogada” o “vientre de alquiler” sin pago. ¿Qué hacer? Los padres se preguntan: ¿qué ha sido de nuestros embriones? ¿En qué pareja han sido acogidos nuestros deseados bebés?
Lo único que está claro es que los gemelos van a nacer. Con una decisión que le honra, la mujer ha hecho saber a través de su abogado: “He tenido un momento de humano rechazo cuando me he enterado que no eran míos, mejor dicho, nuestros, que los embriones que llevaba en mi seno eran de otra mujer. Pero después hemos decidido que el embarazo debía continuar. Estos son nuestros valores. Estos bebés viven dentro de mí, les he sentido palpitar sobre mi corazón, crecen y están sanos. ¿Cómo puedo decidir sobre el destino de dos criaturas tan esperadas?”.
Su actitud puede decir mucho a los que defienden el aborto como el mejor  recurso ante un embarazo no deseado. ¿Puede haber un embarazo menos deseado que el que ni tan siquiera dará lugar a tus propios hijos? Pero la mujer ha sentido a los gemelos dentro de sí, comprende que su vida no está en sus manos y siente su responsabilidad de traerlos al mundo.
Sin duda, el error es un caso aislado, aunque no único. Las clínicas de reproducción asistida suelen ser más cuidadosas. Pero la historia también nos indica algo sobre la fecundación in vitro, en particular sobre la que recurre a gametos ajenos. Si, como establece la sentencia del Tribunal constitucional, tan normal y lícito es que se utilicen los gametos de los padres como que se recurra a un tercero, entonces los gemelos serían tan hijos de esta madre biológica como de sus padres genéticos. Lo importante es ejercer el derecho a la maternidad.
Pero si realmente importa que el embrión resultante de la fecundación in vitro reciba la herencia genética de sus padres, entonces el gameto del donante no sería más que un intruso.
Accidentalmente, el caso de los embriones equivocados indica también que la deriva de la reproducción asistida lleva naturalmente  hacia la legalización de la maternidad por subrogación, como ya ha sucedido en algunos países, desde la India a EEUU. Habrá parejas cuya esterilidad se debe a que la madre no puede gestar; en tal caso, si lo que prima es el derecho a la maternidad, ¿cómo no reconocer su derecho a usar como instrumento el útero de otra mujer? El ensañamiento procreativo no retrocederá ante estas arcaicas resistencias.
Lo que no está claro es qué historia se les contará a los gemelos cuando sean mayores. ¿Tendrán derecho a conocer sus orígenes y su rocambolesca gestación? ¿Se preguntarán de quién son hijos en realidad? ¿Influirá esto en su equilibrio psicológico? Pero estas son preguntas indeseables cuando predomina la mentalidad del “derecho al hijo”. No haría falta plantearlas si se comprendiera que el nacimiento de un hijo debe ser fruto de la unión de dos  personas, no el producto  de laboratorio de la suma de dos gametos.

Bebé perplejo y preocupado: es posible a los pocos meses de vida?


El blog de Aceprensa: lafamiliaactual, 14 de abril de 2014.

Crisis de favores

Cadena de favoresSe ha dicho que la crisis actual no es una crisis económica sino una crisis de valores. Estamos de acuerdo. No hay más que darse una vuelta por los mercados, no por los paneles de la Bolsa donde se muestran gráficas aterradoras, sino por el ágora, por las plazas, como hacía Sócrates en su tiempo, y ver lo que está pasando, y comprobar que el colchón acaba cayendo irremediablemente cuando se van rompiendo las varillas del somier. Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, hemos desterrado la honestidad como cosa de tontos, hemos puesto todo nuestro empeño en lo superficial, hemos querido vivir sin pensar, hemos despreciado el valor y nos hemos quedado con el precio, hemos tenido sin haber sido.
Esta crisis de valores es, en el sentido social, una crisis de favores. Para que una sociedad se sostenga necesita dos columnas: la justicia y la benevolencia, la legalidad y la concordia, los recursos y las buenas intenciones, el dinero y lo que no se puede comprar con dinero, las normas y los favores. Un favor no es ese que se hace a los amigos cuando uno ha conseguido un buen puesto, sino el beneficio que se hace a otro sin esperar nada a cambio, es decir, la ayuda mutua, el arrimar el hombro, el echar una mano, el estar ahí por si me necesitas… Los favores son microscópicos, pero, uno sobre otro, ayudan a sustentar la sociedad.
Séneca, en su tratado De beneficiis, abogaba por la recuperación de los favores o beneficios como única forma de salir de la crisis de valores que, como en nuestros días, estaba padeciendo el imperio romano. Para el filósofo cordobés, una cadena de favores (como la película homónima de Mimi Leder) sería la mejor manera de acabar con la “vanidad de la riqueza” que convierte a la sociedad en una ciudad cautiva, prisionera de los vicios que él describe: “los latrocinios y las expoliaciones, los adulterios, la embriaguez, los banquetes y la cocina sofisticada, el culto al cuerpo y a la belleza física, la crueldad individual y colectiva,… y la ignorancia”. Una sociedad ignorante se caracteriza por errar el blanco y buscar la felicidad donde no se halla: en el apego a las cosas.
Para salir de ésta necesitamos robustecer la columna de la benevolencia, recuperar los favores, algo que no se puede tocar con las manos –decía Séneca–, porque es un asunto del espíritu (res animo geritur). La sociedad ignorante, que desprecia cuanto ignora, no cree en los valores intangibles, como la honestidad, la amistad, la ayuda, la caridad, los favores…; sin embargo, sólo si contamos con ellos, podremos no sucumbir. Los favores, los pequeños favores que nos hacemos unos a otros, tejen hilo a hilo una red invisible mientras los malabaristas de la economía siguen dando piruetas por el aire.
Como todas las cosas importantes, los favores se aprenden en la familia. Se aprende, como dice al filósofo de Córdoba, que la intención es la que realza las cosas pequeñas y la que envilece las grandes; que conviene que el benefactor olvide lo que ha dado, mientras que el beneficiado nunca debe olvidarse de lo que ha recibido; que hemos de aceptar favores sólo de aquellas personas a las que nosotros también se los haríamos; que el que recibe un favor de buen grado ya lo ha devuelto; que quien no lo devuelve peca más, pero quien no lo da peca antes; que es, en fin, de bien nacidos ser agradecidos.
La crisis que estamos padeciendo es una crisis de favores. La sociedad no regala, sino que distribuye; no da, sino que presta. No puede hacer otra cosa. Bueno, quizá sí: no destejer por la noche lo que los padres han tejido durante el día. Invirtamos en favores, un valor que genera lazos de gratitud e insospechados beneficios, aunque no cotice en bolsa.

pelis y videojuegos de Aceprensa, 16 de abril de 2014.

DIRECTOR: ASGHAR FARHADI | 16.ABR.2014
Un "thriller" con asesinatos e intriga que se desenvuelve en una familia herida por un hecho del pasado.

DIRECTOR: JAMES BOBIN | 15.ABR.2014
Los famosos muñecos van de gira por Europa. Película irregular pero capaz de entretener a todos los públicos.
DIRECTOR: MARC WEBB | 16.ABR.2014
Nueva aventura del superhéroe de Marvel, con otro malo y gran espectacularidad visual, pero con los elementos de siempre.

DIRECTOR: CARLOS SALDANHA | 10.ABR.2014
Espectacular continuación de las aventuras de los guacamayos azules, muy apropiada para niños.
Videojuegos
re
ENRIQUE CANTO GAITERO | 11.ABR.2014
Un emotivo y cuidado relato previo al apocalíptico título. Contenido descargable.

Libros de Aceprensa, 16 de abril de 2014.


AUTOR: DONNA TARTT | 09.ABR.2014
Novela muy larga, con numerosas referencias literarias y artísticas, que contiene un poderoso desenlace. Premio Pulitzer 2014.
AUTOR: SIEGFRED LENZ | 16.ABR.2014
Relatos en los que pesan las culpas de la II Guerra Mundial, con buenos retratos psicológicos y certeras ambientaciones en pocas palabras.

AUTOR: JUAN MESEGUER | 16.ABR.2014
Poemario en que el autor descubre como meta existencial el amor humano y el amor divino.
AUTOR: MALCOLM GLADWELL | 02.ABR.2014

Malcolm Gladwell destaca los casos en los que quienes parecían tener que perder resultaron ganadores. Eso sí, con duro trabajo.

Noticias en Píldoras de Aceprensa, 15 de abril de 2014.


ACEPRENSA | 15.ABR.2014
En Italia y Francia asociaciones de padres han protestado contra campañas que pretendían adoctrinar a sus hijos en asuntos referentes a la afectividad y la sexualidad.

JUAN MESEGUER | 10.ABR.2014
Las ventajas económicas de tener un mercado único y la conservación de la paz son dos buenas bazas para los europeístas.

ACEPRENSA | 11.ABR.2014
La iniciativa ciudadana “One of Us”, avalada por 1,7 millones de firmas, lleva ante la Comisión y el Parlamento Europeo el rechazo a la destrucción de embriones.

ÁLVARO ROJAS | 11.ABR.2014
Ávidos de una información alternativa y de sentirse más parte del mundo, los cubanos hacen colas para acceder a una Internet costosa.
ACEPRENSA | 09.ABR.2014
La morosidad en los préstamos a universitarios en el Reino Unido es mayor de lo que esperaba el gobierno, y amenaza la estabilidad del sistema.
ACEPRENSA | 10.ABR.2014
La sentencia confirma la distribución gratuita de anticonceptivos, pero no así lo referido a la objeción de conciencia o la aplicación a menores.

10.ABR.2014

La experiencia del suicidio asistido en Oregón indica que la mayoría de los casos no son desesperados, y cabía aplicar tratamiento contra el dolor y la depresión.

jueves, 10 de abril de 2014

La frase del día

Dios no pretende de mi que tenga éxito. Sólo me

exige que le sea fiel.




Beata Madre Teresa de Calcuta

Blog de Aceprensa: familiaactual, 7-abril-2014.

Los zapatos de Cenicienta


Cinderella law. UKEl gobierno británico está preparando una propuesta de ley que obligue a los padres a querer a sus hijos. La nueva ley prevé penas de hasta diez años de cárcel para los progenitores que no transmitan amor a sus vástagos, que no los abracen o que no les den muestras de afecto, por considerar tales omisiones un delito de “crueldad emocional” (The Telegraph).
La propuesta quiere acabar con el maltrato infantil que, según Tony Hawkhead, director de la asociación Action for Children, será un paso adelante monumental para miles de niños que se encuentran en una situación de abandono –millón y medio de menores británicos según los datos oficiales–. Dicha asociación ha denunciado que en el Reino Unido entre 200 y 300 niños han sufrido casos de negligencia y ninguno de sus responsables ha sido llevado ante los tribunales.
Pero la nueva ley no nace solo para acabar con el maltrato o los abusos físicos de los menores, sino también para eliminar cualquier rastro de “negligencia paterna”, por ejemplo, cuando los padres permiten que sus hijos presencien escenas de violencia doméstica o son duramente castigados. Se puede decir que, desde el momento en que se apruebe, los padres británicos estarán obligados, por ley, a querer a sus hijos so pena de ir a la cárcel.
La propuesta ha sido bautizada como Cinderella (Cenicienta) por cuanto intenta acabar con la crueldad contra los niños, un “odioso crimen” que debe ser castigado. Ningún niño, parece decir la ley, debe ser tratado como una Cenicienta, sino amado, atendido y respetado por sus padres o por quien está a su cuidado.
Recordemos el cuento: Cenicienta vivía esclava en su propia casa, sus hermanastras la odiaban y estaba obligada a hacer los trabajos más duros, iba sucia y desarreglada, mal vestida y descalza. Pero todo cambia cuando su hada madrina la viste de princesa para acudir al baile de Palacio y le calza unos zapatitos de cristal.
Curiosamente, los zapatos que tenía que llevar Cenicienta no eran de cristal sino de cuero. Así lo escribió Charles Perrault, el autor del cuento, pero un error tipográfico del editor cambió la palabra francesa “vaire” (cuero) por “verre” (vidrio, cristal), de modo que la protagonista apareció en la sala de baile con sus a la postre famosísimos zapatitos de cristal.
De la noche a la mañana, o mejor, de la mañana a la noche, Cenicienta pasó de ser una sirvienta, despreciada, maltratada y odiada, a una auténtica princesa, admirada por todos y amada por el príncipe heredero de aquel reino. Pero, ahora sí, de la noche a la mañana, volvió a ser una cenicienta por la simple razón de haber perdido su zapato de cristal.
Como es evidente, ninguna ley positiva puede obligar a los padres a amar a sus hijos (ya lo hace la ley natural); sí puede obligar a atenderlos y a educarlos, que en el fondo es la forma que tenemos los padres de querer a nuestros hijos. No podemos llevarlos descalzos de afectos, de atenciones, de respeto; pero tampoco debemos calzarlos con zapatos de cristal, convertirlos en princesas de cuento, llenarlos de mimos y vaciarlos de responsabilidades. Pongámosles zapatos de cuero, como escribió Perrault, trenzando exigencia con cariño, autoridad con afecto, disciplina con amor. Ni Cenicientas descalzas ni encantadoras princesas con zapatos de cristal: no cometamos el mismo “error tipográfico” porque nuestros hijos no son personajes de un cuento de hadas.