lunes, 29 DE MARZO DE 2010
Una noche en la luna...
San Josemaría decidió recorrer Andalucía un Martes Santo de 1947. Viajaba en un Studebaker. Llegó a Sevilla por la noche y aprovechó para unirse a la muchedumbre que esperaba a una de las cofradias. Traían en procesión un “paso”que llevaban a hombros. La imagen de la Virgen bajo un palio sostenido por varales de plata; a sus pies, un campo de flores y un centenar de cirios, que arrancaban refulgencias de sus joyas. El Padre lo contemplaba todo en silencio.
"Estaba allí mirándola, y me puse a hacer oración... Me fui a la luna. Viendo aquella imagen de la Virgen tan preciosa, ni me daba cuenta de que estaba en Sevilla, ni en la calle. Y alguien me tocó así, en el hombro. Me volví y encontré un hombre del pueblo, que me dijo:
—Padre cura, ésta no vale ná; ¡la nuestra es la que vale!
De primera intención casi me pareció una blasfemia. Después pensé: tiene razón; cuando yo enseño retratos de mi madre, aunque me gusten todos, también digo: éste, éste es el bueno."
¿No te parece que tiene razón? Si supiéramos ver así las procesiones en Jaén, formando parte de la escena y mirar enamorados a las imágenes de la Virgen y de su Hijo... ¡A aprovechar así la Semana Santa!. Espero que nos veamos.
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