El
papa Francisco tiene esperanza en una Iglesia que salga de los templos y vaya
al encuentro de la gente
Por
Antonio Gaspari
En un encuentro en Río de Janeiro con obispos, presbíteros, jóvenes y fieles
provenientes de la Argentina, el papa Francisco invitó a los ancianos y a los
jóvenes a entrar en "un pacto" para rechazar la cultura de la
exclusión.
En una iglesia llena de gente,
con treinta mil jóvenes fuera del templo, y bajo la lluvia, el papa instó
encarecidamente a los obispos y al clero de salir de los templos y encontrarse
con la gente. Instó asimismo a las personas mayores a que no acepten la
exclusión ni la eutanasia.
Pidió a los jóvenes a no aceptar
una fe líquida, sino de aliarse con los ancianos para testimoniar el mensaje
del Hijo de Dios muerto en la cruz.
Hablando de modo espontáneo, el
obispo de Roma ha confesado que tiene la esperanza de que surga un movimiento
de la JMJ, que lleve a que la Iglesia salga de las diócesis y vaya a la calle
para encontrar a la gente.
"Tenemos que salir, de otro
modo nos convertimos en una organización no gubernamental, y la Iglesia no
puede ser una ONG", subrayó.
"El mío es un consejo, y que
los obispos, y los que no estén de acuerdo me perdonen", agregó.
Al referirse a la situación
mundial, explicó que estamos frente a una "cultura del dios dinero que
tiende a excluir a las personas."
Las personas mayores, por
ejemplo, corren el riesgo de la eutanasia, con la exclusión de la medicina, de
la cultura y de la sociedad.
Según el pontífice, el número de
jóvenes sin trabajo es muy alto, y si no se remedia se pondrá en peligro el
futuro de nuestra sociedad.
Por esto el papa Francisco ha
propuesto una alianza entre los jóvenes que "tienen que salir y hacerse
valer mediante la promoción de las virtudes y los valores"; y los ancianos,
que "deben transmitir la sabiduría, la memoria y la justicia".
El santo padre hizo un llamado a
los jóvenes diciéndoles: "no vayan en contra de los ancianos,
escúchenlos" y "sigan adelante juntos, no se dejen excluir".
Hablando de la fe en Jesucristo,
el papa dijo que "es una cosa muy seria".
"Es un escándalo que Jesús
haya muerto en la cruz", añadió. Pero su sacrificio en la cruz “sigue
siendo el único camino correcto ".
"Por favor --recomendó el
papa--, no diluyan la fe, no permitan que la vuelvan líquida. Nosotros nutrimos
nuestra fe en el Hijo de Dios que murió por cada uno de nosotros".
El papa Francisco concluyó
diciendo que "en este momento siento lo hermoso que es tenerlos en mi
corazón. Me hubiera gustado estar más cerca de ustedes, gracias por estar cerca
de mi. Gracias por sus oraciones. Necesito de sus oraciones".
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