jueves, 7 de octubre de 2010

Diálogos con la Abuela, Loli Montero, Jaén, 7-10-2010. Carta enviada hoy al periódico.

-Entonces, abuela ¿cuántos hijos dicen los Obispos europeos que hay que tener?
-pero niña…, ¿ya te has leído la declaración sobre demografía y familia?
-Si, pero no me he enterado de mucho, yo sé leer, pero hay cosas que no sé lo que dicen.
-Claro, es como si le das a un niño de seis meses un bocadillo de jamón. El niño sabe comer, el bocadillo es bueno, pero…
-sí, abuela, ya lo sé, cada cosa a su tiempo, si no puede uno “atragantarse”.
-exactamente. Los obispos no dicen el número de hijos que hay que tener. Hay que tener los que Dios quiera.
-pero abuela, eso es muy antiguo, cada uno tiene los que quiere o no quiere.
-ahí esta el quid de la cuestión. Cuando lo que yo quiero coincide con lo que quiere Dios, es cuando tengo la seguridad de estar haciendo las cosas bien, o sea “como Dios manda”, frase que sigue significando la perfección en el hacer, aún en estos tiempos.
-entonces no sé porque hay tanto lío.
-porque no confiamos en nuestra inteligencia ni en nuestra razón. Nos fiamos del avión que nos eleva a miles de metros, de la cuerda que nos sujeta los pies haciendo puenting, de los dineritos que guardamos en el banco o debajo del colchón, pero de Dios no nos fiamos de un pelo.
-¡pues si que somos inteligentes!
-y volvemos a la LIBERTAD, palabra que todos sabemos leer y decir pero que pocos sabemos su significado.
-pues yo ya me voy enterando…
-pues sigue así paso a paso, pero no dejes huecos para ignorancia que enseguida se llenarán de desconfianzas.
-abuela, a tu lado ¡imposible!
-di mejor, al lado de Dios. El no se irá nunca. Loli Montero, 7-10-10

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