Carta que publican a Marisol Escribano en Viva Jaén

Desde Jaén. Fuimos criados con principios morales comunes: Cuando éramos niños, nuestros padres, abuelos, profesores, vecinos, etcétera, eran autoridades dignas de respeto y consideración y era inimaginable responder mal a ninguno de ellos. Había respeto y confiábamos plenamente en ellos; sólo teníamos miedo a la oscuridad, a los ratones y a las películas de terror.
Y hoy, como han cambiado las cosas y cuantos valores hemos perdido: El derecho a la vida (mediante el aborto) que es el primero y fundamental de los derechos. Se maltrata a los profesores en las aulas y los comerciantes son amenazados por los traficantes, los corruptos suben al poder y nuestras ventanas se llenan de rejas, los coches valen más que los abrazos y las mochilas de los niños se llenan de caprichos. Se intenta destruir a la familia y adoctrinar a sus hijos (la familia que es la principal célula de la sociedad, la única que te quiere por lo que eres y no por lo que tienes). Hoy no se habla en familia, se ve la tele y cada uno en su habitación (el consumismo se encarga de ello), preferimos un coche caro a una gran amistad, a pesar de que el coche un día desaparece y la amistad siempre perdura. Hoy ser correcto y educado, a muchos le resulta ridículo, en definitiva, nos importa más parecer que ser. ¡Ya está bien! Vamos a recuperar nuestros valores: Mirémonos a los ojos con rectitud, con honestidad y recuperemos la alegría, esa alegría que se pierde cuando se está vacío por dentro. Recuperemos la confianza, la fe, la vergüenza y la solidaridad y que nuestra palabra de honor recupere su lugar sin recurrir al juramento. Lo importante no es tener sino ser y que el amor, la ética y la moral, sean las bases de nuestra vida. Vamos en definitiva a construir un mundo más justo, donde todos respetemos y seamos respetados con tolerancia y sin permisividad. Nuestros hijos se lo merecen y nuestros nietos nos lo agradecerán. 21-4-2010