Tomás, 4 años.
Un día Tomás le preguntó a su madre: 'Si quieres ser torero, ¿el toro hay que llevarlo o te lo dan allí?'
Nacho, 6 años.
Una mañana, cuando su madre lo despertó para ir al cole, le dijo Nacho: 'No quiero ir más al colegio. Bórrame'. La madre le contestó: 'Pero si ya no te puedo borrar, tienes que ir todos los días'. Nacho, con cara de asombro, preguntó: '¿Es que me habéis apuntado con boli?'
Marta, 5 años.
Una noche, mientras todos dormían, Marta se acercó a la cama de su madre y le dijo: 'Mamá, mamá, he hecho pipí, pero no he tirado de la cadena para no despertarte, ¿vale?'
No hay como ser como los niños. Dicen las cosas comoe las piensan... aunque Marta parece que desea agradar a su mama.
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