martes, 13 de julio de 2010

Fútbol, una Copa portadora de solidaridad entre países africanos.

Comentario del arzobispo de Durban, cardenal Wilfrid Fox Napier
JOHANNESBURGO, lunes 12 de julio de 2010. - La Copa del mundo de fútbol en Sudáfrica, que se cerró ayer domingo con la victoria de España contra Holanda, ha traído al país, y a otros Estados africanos, un mayor sentimiento de comunión y de solidaridad.
El arzobispo de Durban declaró que “lo primero que dejará la Copa del Mundo a Sudáfrica es el sentimiento de formar parte de la comunidad mundial”.
“El fútbol es el deporte principal para la mayor parte de los sudafricanos, en particular de los de raza negra. Y por ello, tener la Copa del mundo en su país ha sido una manera de sentirse reconocidos por la comunidad internacional como que forman parte de ella”, explicó.
"Ahora lo más importante es creer en nosotros mismos para ver que podemos hacer cosas importantes sin tener que esperar a que sean otros los que las hagan por nosotros. La nueva Sudáfrica, explicó el cardenal Napier, es “una idea” y “un sueño”, un “sueño realizado en parte. Por ejemplo, si miramos atrás, hace 50 o 60 años, ver a un negro y un blanco marchar juntos era sorprendente. Hoy, niños y padres, blancos y negros, se relacionan como si se conocieran desde siempre”.
“Para mí es una parte de un sueño que se ha hecho realidad. Queda aún mucho camino que recorrer, pero gracias a Dios tenemos signos evidentes de que podemos llegar”.
“La Copa del mundo ha forjado lazos de solidaridad entre los diversos países africanos que no han experimentado este mundial como un evento para Sudáfrica, sino para toda África”, añadió.

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